En medio del fortalecimiento de políticas migratorias más estrictas, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ha comenzado a revisar detenidamente las redes sociales de quienes solicitan una Green Card.
Desde 2025, se implementó un nuevo protocolo que exige a los solicitantes incluir sus nombres de usuario y perfiles digitales como parte del proceso migratorio.
Las autoridades justifican esta medida argumentando que los perfiles digitalespueden ofrecer pistas clave sobre posibles vínculos con discursos de odio, actividades extremistas o violaciones a los valores democráticos. De acuerdo con sitios especializados como Newsweek, el USCIS ahora considera que el historial en redes sociales puede reflejar actitudes incompatibles con el estatus de residencia permanente legal.
Las publicaciones que podrían cerrarte las puertas
Entre los contenidos más vigilados se encuentran las publicaciones con mensajes antisemitas o que expresen odio hacia comunidades religiosas, étnicas o nacionales. El DHS ha clasificado este tipo de mensajes como señales de alerta sobre la alineación ideológica del solicitante, especialmente en el contexto de discursos que puedan ser asociados con ideologías extremistas o terrorismo.
AP News ha confirmado que la revisión de redes busca identificar contenido que atente contra los principios de inclusión y convivencia que el país promueve.
En este sentido, publicaciones que promuevan violencia, inciten al odio o apoyen regímenes autoritarios también pueden representar motivos suficientes para frenar o cancelar una solicitud.
Los casos más sensibles incluyen expresiones de apoyo a grupos armados, burlas hacia atentados o víctimas, y cualquier contenido que pueda percibirse como amenaza al orden público o a los intereses nacionales.
Otros factores que el USCIS evalúa
Además del análisis de redes sociales, el USCIS y el DHS revisan aspectos fundamentales del perfil del solicitante, tales como su historial migratorio, posibles violaciones previas de visa, antecedentes penales, actividades laborales, situación fiscal y hasta vínculos familiares.
La coherencia entre lo que se declara en los formularios y lo que aparece en redes también se ha vuelto un criterio importante: contradicciones podrían interpretarse como indicios de fraude o falta de transparencia.
Las autoridades han recalcado que esta evaluación digital no sustituye los mecanismos tradicionales de análisis, sino que los complementa.