A diario surge una historia de un inmigrante sin historial criminal detenido por la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), algunos incluso de personas que llevan más de 10, 20 0 30 años viviendo en el país, pagan impuestos e incluso son residentes legales, como el caso de Luis León, un hombre originario de Chile residente de Allentown, quien acudió a renovar su Green Card perdida, pero fue deportado secretamente a Guatemala.
Para el director en funciones de la agencia, Todd Lyons, estas detenciones forman parte de los arrestos “colaterales”, reconociendo que los agentes migratorios detendrán a cualquier indocumentado que se encuentren.
“Si el ICE encuentra a alguien que esté en el país sin permiso, lo detendremos”, justificó Lyons en una entrevista con CBS News. “Preferiría concentrar todos nuestros limitados recursos en eso para detenerlos [a los migrantes con historial criminal], pero tenemos que salir a la comunidad y realizar esos arrestos, y ahí es donde se observa el aumento de los llamados arrestos ‘colaterales’”.
El funcionario agregó que ICE también tomará acciones contra las empresas que contraten a indocumentados e insistió en su postura contra las ciudades santuario, secundando el discurso del zar de la frontera Tom Homan.
“Lo que, de nuevo, me resulta frustrante es que nos encantaría centrarnos en estos extranjeros delincuentes que se encuentran en una cárcel”, dijo. “Una agencia policial local o estatal ya consideró a esa persona una amenaza para la seguridad pública, la arrestó y se encuentra detenida”.
Lyons dijo que ICE puede lograr el objetivo de un millón de deportaciones al año, sobre todo con los $45,000 millones de dólares que recibirá bajo el recién aprobado proyecto presupuestal y fiscal.