Ciudad de Guatemala, 1 sep (EFE).- El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, anunció este lunes que su Gobierno está en disposición de aceptar semanalmente a unos 150 menores de edad no acompañados desde Estados Unidos, después de que una jueza bloqueara temporalmente los planes de la Administración Trump para deportar a cientos de niños guatemaltecos.
“Anunciamos al Gobierno de los Estados Unidos y le indicamos que todo niño no acompañado, que esté en condición de regresar voluntariamente o por orden de juez, nosotros estaremos en condición de recibirlo”, dijo Arévalo en una rueda de prensa, en la que resalto que “el proceso legal” de EE.UU. está “fuera de su control”.
En ese sentido, el gobernante guatemalteco dijo que su “programación permite, en condiciones ideales, recibir 150 y pico de niños más o menos cada semana para poder reubicarlos”, con base en la capacidad estatal de “identificar a los familiares para facilitar un retorno seguro”.
El presidente del país centroamericano hizo este anuncio después de que su ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Martínez, y el embajador de Guatemala en Washington, Hugo Beteta, regresaran “muy preocupados” tras verificarar la situación de los menores en los centros de detención estadounidense.
En la víspera, una jueza estadounidense bloqueó temporalmente los planes del Gobierno del presidente Donald Trump para deportar a cientos de menores guatemaltecos que llegaron solos a Estados Unidos y que se encuentran bajo custodia de las autoridades.
En concreto, esa decisión ordena al Ejecutivo estadounidense a no deportar durante dos semanas a los niños procedentes de Guatemala, que fueron incluidos en una solicitud de emergencia del Centro Nacional de Derecho Migratorio, para detener su repatriación.
Según los abogados de los menores, que tienen edades entre los diez y los dieciséis años, la Administración Trump violó el debido proceso, puesto que los niños tienen casos pendientes ante tribunales de Inmigración e ignoró las protecciones especiales de quienes cruzaron solos la frontera entre México y Estados Unidos.
Datos de la Oficina de la Administración para Niños y Familias revelan que EE.UU. tenía bajo custodia a 2.198 menores no acompañados a julio pasado; pese a que no develan sus nacionalidades, la mayoría de menores que cruzan la frontera terrestre entre EE.UU y México solos proceden de Guatemala, Honduras y El Salvador, según la ONG ‘Save The Children’.
La repatriación supone también un reto para la Administración Trump a la luz del Acuerdo Flores, vigente desde hace tres décadas, pues un tribunal federal en Los Ángeles (California) supervisa actualmente la implementación del pacto al que el Ejecutivo estadounidense ha querido poner fin.