La abogada en inmigración Denise Cabrera hizo sonar la alarma entre los inmigrantes para que eviten ser víctimas de personas que se hacen pasar por defensores legales, y terminan sacándoles dinero y poniéndolos en riesgo de deportación.

Ella vivió en carne propia el robo de identidad, cuando descubrió que usaban su nombre y licencia de abogada para estafar a inmigrantes indocumentados.

Cuando preguntaban a las personas de qué número telefónico las habían llamado, la oficina de la litigante les indicaba que ese número no les pertenecía.

“Llamaban reclamando que nos habían pagado, y nunca habíamos hecho nada. Esto me hizo sentir enojada porque están tomando ventaja de los inmigrantes que ahora más que nunca son vulnerables”.

Dijo que este tipo de estafas se da a través de Facebook donde los timadores crean un perfil con las fotos robadas del abogado de inmigración como fue en su caso, y cuando la gente los contacta, empiezan a mandarse mensajes por WhatsApp.

Lo que es más, su nombre y foto aparecía en una cuenta de WhatsApp dando consejos e instrucciones de pago a sus potenciales clientes.

Se llevó tremenda sorpresa cuando descubrió que no era uno ni dos, sino varias las personas en diferentes lugares de Estados Unidos las que fueron víctimas de robo de dinero con la falsa promesa de representarlos legalmente, usando su nombre e imagen.

Un testimonio

Un inmigrante salvadoreño que reside en Massachusetts, en la costa oeste de EE UU y quien pidió no ser identificado debido a su falta de estatus migratorio, dijo que él supo de la abogada Denise Cabrera en las redes sociales.

“Observé que estaba muy recomendada. Así que la contacté por medio del anuncio en Facebook; de inmediato me respondieron, y me pidieron comunicarnos por WhatsApp, y luego me hicieron una videollamada”.

Dijo que la mujer que lo atendió por WhatsApp se presentó como la abogada Denise Cabrera, y se mostró muy profesional y conocedora del tema migratorio.

“Incluso me dio el número de licencia que correspondía con el de la abogada Denise Cabrera. Por eso me confié, aunque sí me llamó la atención que se veía mucho más grande que la de la foto. Pensé que tal vez era porque se trataba de una fotografía de varios años atrás”.

En un periodo de dos meses, le envió un total $2,500 a la supuesta abogada Cabrera en diferentes pagos para diferentes mociones y un perdón.

“Los pagos se los hice por Zelle, y siempre me pedían que les avisara por email cuando pagara. Algo que me causó curiosidad fue que para cada pago era un correo electrónico distinto, y siempre me decían que eran del USCIS (Servicio de Inmigración y Ciudadanía)”.

Sobre sus honorarios, le dijeron que esos se los cobrarían cuando el caso estuviera resuelto.

“Las cosas me empezaron a oler mal cuando me dijeron que mi perdón, ya estaba listo, y se me hizo raro porque yo sabía que eso se tomaba tiempo”.

Fue en ese momento que buscó el teléfono de la abogada Denise Cabrera, y decidió hablar a su oficina en lugar de comunicarse por WhatsApp. En esa llamada se enteró que había sido víctima de fraude.

“Me acordé que la abogada falsa me había ofrecido la consulta en persona, y hasta me dio la dirección de su oficina, pero yo rechacé esa posibilidad, porque me cobraría $250 mientras que en línea era gratuita; y como uno siempre está tratando de ahorrar dinero, preferí que todo fuera virtual”.

De cara al engaño, el salvadoreño dijo que optó por una excusa para no seguir el caso con la supuesta abogada que suplantó a Denise Cabrera y lo defraudó.

“Me inventé que en dos meses me regresaría a El Salvador. Ella trató de convencerme de que no era la mejor opción, y que debía seguir luchando. Le pregunté que si podía seguir con mi caso desde El Salvador, me dijo que si, pero me aclaró que eso tendría otro costo”.

Así fue como terminó la historia del fraude contra este inmigrante salvadoreño.

“La razón por la que no la enfrenté fue porque ella sabía todo sobre mi. Tenía copia de mi licencia de manejo, la dirección de mi casa, y la verdad me dio miedo sufrir alguna represalia sobre todo porque tengo una hija”.

Los únicos detalles que pudo obtener de la abogada falsa es que es colombiana con una edad entre los 45 y 50 años.

Tras la desafortunada experiencia, dijo que se siente terrible porque confió en quien él creía era la abogada Denise Cabrera para ayudarlo a salir de las sombras y obtener un estatus migratorio en Estados Unidos.

“Perdí dinero y mi esperanza; y el temor me impidió denunciar a mi estafadora”.

Qué hacer

La abogada Cabrera recomendó a los inmigrantes en caso de no acudir en persona a la consulta legal, que vayan a la página de la Barra de Abogados de California para ver su sitio web, el número de teléfono y el correo electrónico.

“Verifiquen que la información que les den, coincida con la de la Barra de Abogados. Además los abogados reales no tienen correo de gmail, yahoo o algo común”.

Hizo ver que en su página web, ella tiene un aviso de cómo evitar estafas.

“Estos estafadores están incluso suplantando al USCIS y al Departamento de Seguridad Nacional, ya que al hacer un pago, envían mensajes falsos por correo electrónico con cartas en PDF usando nombre y logo de USCIS en los que informan que están procesando los casos”.

Añadió que utilizar la imagen de estas agencias federales conlleva a cargos federales contra quienes resulten responsables, y debe ser investigado por el FBI.

“Mi recomendación es que reporten, y si tienen miedo de presentarse en persona ante la policía, denuncien la estafa por teléfono”.

Explicó que cuando hablaron al Departamento de Policía, le dijeron que el reporte lo tiene que hacer la víctima estafada

“Nosotros los abogados no somos víctimas directas. Les hicimos ver que las víctimas son inmigrantes indocumentados y tienen miedo de denunciar”.

Lamentablemente Cabrera no es la única abogada de migración a la que le han suplantado la identidad, sino que hay varios otros defensores que han corrido con la misma suerte.

La abogada Cabrera aconsejó investigar antes de enviar dinero, y asegurarse que sea una oficina legal real.