Decenas de miles de palestinos se dirigieron el viernes de regreso al norte de la Franja de Gaza, que ha enfrentado una fuerte destrucción, mientras entraba en vigor un alto el fuego mediado por Estados Unidos, el cual generó esperanzas de poner fin a la guerra entre Israel y Hamás. Se prevé que todos los rehenes restantes sean liberados en los próximos días.

Persisten preguntas sobre quién gobernará Gaza a medida que las tropas israelíes se retiran gradualmente y si Hamás se desarmará, como lo exige el plan de alto el fuego del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien terminó unilateralmente un alto el fuego en marzo, insinuó que Israel podría renovar su ofensiva si Hamás no depone las armas.

El reciente alto el fuego marca, no obstante, un paso clave hacia el fin de una devastadora guerra de dos años, desencadenada por el ataque de Hamás a Israel en 2023. Los combates han provocado la muerte de decenas de miles de palestinos y han desplazado, a menudo en múltiples ocasiones, a alrededor del 90% de la población de Gaza, de unos 2 millones de personas. Muchas de ellas encontrarán campos de escombros donde antes estaban sus hogares.

El ejército confirmó el inicio del alto el fuego el viernes, y los 48 rehenes restantes, de los cuales se cree que alrededor de 20 siguen vivos, serán liberados para el lunes. Los palestinos dijeron que los intensos bombardeos en varias partes de Gaza se detuvieron en las primeras horas del viernes tras el anuncio del ejército.