El nuevo gobierno de Bolivia autorizó el martes a Starlink, de Elon Musk, y a otras compañías de internet satelital a operar en el país andino para competir con un satélite propio de tecnología china comprado en 2013 por el entonces presidente izquierdista Evo Morales y criticado por su servicio lento.
El decreto promulgado por el nuevo mandatario de centroderecha Rodrigo Paz también autoriza a OneWeb del grupo Eutelsat y Kuiper de Amazon para integrar a Bolivia a los estándares globales de conectividad.
Ninguna de esas compañías de telecomunicaciones satelitales de órbita baja operaba en el país por restricciones gubernamentales establecidas por las administraciones pasadas de Morales (2006-2019) y su sucesor Luis Arce (2020-2025).
El satélite nacional Tupaj Katari comprado por Morales con crédito chino está a punto de finalizar su vida útil y ha sido crítico por proporcionar una conectividad lenta.
“Buscamos reducir la brecha digital y garantizar el acceso universal a una conectividad de alta calidad para todos los bolivianos”, dijo el presidente Paz en rueda de prensa. “Bolivia quedó rezagada, fuimos espectadores mientras el mundo avanzaba. Eso terminó, esta nueva tecnología permitirá recuperar el tiempo perdido y colocar al país en la tendencia global”.
























