Los residentes de cinco estados del Estados Unidos que reciben ayuda gubernamental para pagar alimentos no podrán usar sus beneficios para comprar refrescos, dulces y otros productos a partir del jueves.
Indiana, Iowa, Nebraska, Utah y Virginia Occidental son los primeros de al menos 18 estados en implementar exenciones que prohíben la compra de ciertos alimentos a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP por sus iniciales en inglés).
La medida es parte de un esfuerzo del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, para que los estados eliminen alimentos considerados poco saludables del programa federal de $100 mil millones –conocido como cupones para alimentos– que beneficia a 42 millones de estadounidenses.
“No podemos continuar con un sistema que obliga a los contribuyentes a financiar programas que enferman a las personas y luego pagar una segunda vez para tratar las enfermedades que esos mismos programas ayudan a crear”, señaló Kennedy en un comunicado dado a conocer este mes.
La campaña tiene como objetivo reducir enfermedades crónicas, como la obesidad y la diabetes, que están asociadas con bebidas azucaradas y otros dulces, una de las principales metas de Kennedy para Hacer a Estados Unidos Saludable de Nuevo.
























