En menos de tres meses el conservador Álvaro Uribe pasó de ser el primer expresidente condenado en Colombia a ser absuelto por un juez de segunda instancia, dando un nuevo impulso a la derecha cuando el país avanza hacia elecciones legislativas y presidenciales.
“Uribe queda como el líder de la oposición, además reivindicado, porque antes existía un poco de sombra y tenía que dividir su tiempo entre defenderse en ese proceso y hacer política”, aseguró a The Associated Press, Sandra Borda, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes.
Los comicios legislativos se realizarán en marzo de 2026 y los presidenciales en mayo de ese mismo año.
Uribe gobernó entre 2002 y 2010, pero mantuvo vigente su figura en la política, apadrinando a dos de sus sucesores en la presidencia y fundando el partido Centro Democrático, el principal opositor al actual gobierno de Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en Colombia.
Sin embargo, su legado se manchó cuando una jueza lo condenó a fines de julio en primera instancia por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal y lo sentenció a 12 años de prisión en su domicilio.
El caso dio un giro la víspera cuando el tribunal de apelaciones lo absolvió de todos los delitos al considerar que la primera sentencia tenía deficiencias estructurales y sesgos.
Sin embargo, el senador izquierdista Iván Cepeda, víctima en el caso y precandidato presidencial, anunció que presentará un recurso ante la Corte Suprema de Justicia —la última instancia disponible—.
El futuro político de Uribe dependía en parte del fallo de segunda instancia dado que tiene intenciones de lanzar su aspiración al Senado nuevamente.
“A Uribe lo van a poner al final de la lista al Senado del Centro Democrático en procura de que su imagen presione para que el cociente electoral (método de asignación de escaños) le permita empujar a la lista otros candidatos que por sí mismos perderían”, explicó a la AP el consultor en comunicación política, Carlos Andrés Arias Orjuela.























