El alcalde de Nueva York, Eric Adams, concluyó el sábado una gira por Latinoamérica a las puertas de la peligrosa selva del Tapón del Darién y con un llamado a que Estados Unidos dé la posibilidad de trabajar a los migrantes que cada año llegan a ese país.

“Nada es más humano y, nada es más americano que su derecho al trabajo, y creemos que es un derecho que debemos extender”, dijo Adams a periodistas reunidos en Necocli, un pequeño pueblo costero del Caribe colombiano que desde hace varios años sirve de paso a migrantes de distintas nacionalidades y que es la puerta de acceso al Darién, una inhóspita selva que une Colombia con Panamá.

“Si nos fijamos en Colombia, vemos que han demostrado realmente cómo absorber a los individuos en sus sociedades, y una de las formas más importantes de hacerlo es permitir que la gente trabaje”, añadió el alcalde, poco después de sobrevolar la zona en un helicóptero de la policía colombiana.

Por cuatro días, Adams viajó por México, Ecuador y Colombia, en un viaje que planeó con la intención de tratar de disuadir a la gente de buscar asilo en su ciudad.