Los alcaldes de Chicago, Nueva York y Denver redoblaron el miércoles sus peticiones de más ayuda federal y coordinación con Texas ante la creciente cantidad de solicitantes de asilo que llegan a sus ciudades en autobús y avión.
Los funcionarios hicieron sus peticiones en un momento en que algunas ciudades de Estados Unidos batallan para gestionar el aumento en el número de migrantes enviados desde Texas y otros estados. Por medio del operativo ordenado por el gobernador republicano Greg Abbott, desde el año pasado más de 80.000 migrantes han sido enviados en autobuses a ciudades gobernadas por demócratas. Recientemente su gobierno ha intensificado esta práctica con aviones fletados.
Los alcaldes criticaron duramente a Abbott y la iniciativa, diciendo que los autobuses llegan a todas horas, fuera de las zonas designadas para su arribo y sin información acerca de los pasajeros.
”No podemos permitir que autobuses con personas que necesitan nuestra ayuda lleguen sin previo aviso a cualquier hora del día y de la noche”, declaró el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en una rueda de prensa virtual con los demás alcaldes. “Esto no sólo nos impide brindar ayuda de forma ordenada, sino que pone en peligro a quienes ya han sufrido tanto”.
























