El resultado de la prueba de paternidad ofrecido por Mayela Laguna ha provocado un gran revuelo en el mundo del espectáculo, especialmente para la familia y sus allegados. Alejandra Guzmán, quien ha sido una figura constante en la vida de Apolo, expresó su tristeza y desilusión al enterarse de que el niño no es su sobrino biológico. A pesar de esta revelación, enfatizó que su amor y apoyo hacia Apolo no han disminuido, subrayando que los lazos afectivos no se rompen con un resultado de laboratorio.

“La personita que es Apolo, para nosotros, siempre va a ser bienvenido, él es un angelito. Siempre le vamos a decir la verdad, siempre vamos a estar aquí para él, pero no para hacer utilizados y él tampoco”, comenzó diciendo a los medios de comunicación.

La situación ha generado una ola de atención mediática, tanto por la relación cercana que Alejandra tenía con el pequeño, como también por el impacto emocional que esto ha tenido en la familia. La cantante también compartió su preocupación por cómo esta situación ha afectado a su hermano Luis Enriquey al resto de la familia, quienes, según sus declaraciones, fueron engañados de manera intencionada.

Se orquestó, se pensó, ya llevaba mucho tiempo. Yo no tengo nada que decir, yo no me casé, ni me uní con ella, yo realmente siempre vi buena onda. Bien, gracias a Dios, me dijo que la noticia ya salió, que la sacó su abogado”, agregó tras ser interrogada por la prensa.

El desenlace de este caso pone de manifiesto las complejidades de las relaciones familiares y los desafíos que pueden surgir cuando hay cuestiones de paternidad involucradas. A pesar de la verdad que ha salido a la luz, el amor familiar y el apoyo emocional siguen siendo fundamentales en momentos de crisis.

“La verdad siempre sale a la luz, lástima, porque yo lo adoro. Desgraciadamente, ya no (es su heredero), pero le mando bendiciones”, respondió sobre la situación que se venía registrando desde hace algún tiempo.