Ha tenido que ser el funeral del papa Francisco donde se hayan vuelto a sentar de igual a igual, a solas, sin asesores ni vicepresidentes gritando, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para acercar posturas en momento muy complicado del conflicto en Ucrania.

Según ha trascendido de las diferentes delegaciones, que han compartido las imágenes del encuentro, esta vez sí ha habido una conversación tranquila, con objetivos claros y con el fin de la guerra en Ucrania como clara protagonista, toda vez que las últimas intenciones desde Rusia es quedarse con los terrenos en conflicto, y dejar bajo tierra las aspiraciones de Ucrania de militarizarse, entrar en la OTAN, mantener estrechas relaciones con la Unión Europea; también quiere garantías para los ruso hablantes, reconocimiento de los territorios anexionados, y el levantamiento de las sanciones a Moscú.

Trump insiste en que Kiev debe reconocer legalmente la Península de Crimea, ocupada desde 2014, como territorio ruso, algo que Zelenski subraya que es inconstitucional. Por su parte, Francia y Gran Bretaña (también en la mini cumbre vaticana), no tienen en mente dar ese poder a Moscú. Zelenski considera que el plan de Trump está alineado con las tesis del Kremlin y lo considera como “no aceptable”.

El presidente de Ucrania ha agradecido al presidente Trump el encuentro personal de hoy, donde han estado hablando más de diez minutos, al que ha calificado de “potencialmente histórico”. “Buena reunión. Hablamos mucho individualmente. Esperamos resultados en todo lo tratado. Proteger la vida de nuestra gente. Alto el fuego total e incondicional. Una paz segura y duradera que evite otra guerra. Una reunión muy simbólica que podría convertirse en histórica si logramos resultados conjuntos”.