Las fuerzas rusas siguen avanzando lentamente a lo largo de varias partes de la extensa línea del frente en Ucrania, a pesar de otro llamado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a un cese de los combates en las líneas existentes.

Ambos bandos “deberían detenerse donde están”, dijo Trump en redes sociales el viernes, tras reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en la ciudad de Washington.

Pero los rusos parecen empeñados en consolidar sus logros militares antes de la llegada del invierno. El viernes, usaron un número récord de 268 bombas aéreas guiadas, según las fuerzas armadas ucranianas, en comparación con un promedio de 170 a 180 por día usadas en las últimas semanas. Estas bombas, que transportan hasta 1.500 kilogramos de carga explosiva, apuntan principalmente a fuerzas e infraestructuras ucranianas cerca de las líneas de frente.

Los rusos también han continuado con bombardeos nocturnos de drones y misiles contra objetivos en toda Ucrania, especialmente contra infraestructuras energéticas. En septiembre, se lanzaban un promedio de más de 180 drones cada noche, más del doble que a principios de año.

En los últimos días, los ucranianos reconocieron que alrededor del 20 % no están siendo interceptados.

Para algunos analistas, el Kremlin no tiene ningún incentivo para comprometerse.

“Moscú ha desarrollado nuevas formas de usar drones para localizar y matar soldados ucranianos y destruir activos ucranianos, convirtiendo lo que antes era un área de debilidad en una de fortaleza”, escribe Dara Massicot, analista veterana de Rusia, en Foreign Affairs.

“Ha construido mejores misiles y creado sistemas blindados más resistentes y capaces. Está dando a los comandantes subalternos más libertad para planificar”, añade Massicot.

Una de las ciudades donde los ucranianos están bajo creciente presión es Kupiansk, en la región norte de Járkiv. Los militares rusos han avanzado al norte y este de la ciudad, que ha estado sitiada durante más de un año.

Un conocido bloguero ruso, War Gonzo, dijo este sábado en Telegram que también había combates en el centro de Kupiansk. Unos 80 soldados rusos se habían infiltrado en la ciudad, reconocieron las fuerzas armadas ucranianas el jueves, y sus defensores estaban “haciendo todo lo posible por limpiar Kupiansk de invasores rusos y evitar la acumulación de infantería enemiga en la ciudad”.

Un bloguero militar ucraniano, Bohdan Miroshnikov, dijo esta semana que la táctica rusa “puede llevar al control (si las fuerzas de refuerzo pueden llegar y consolidar sus posiciones)”. Añadió que, si bien la situación era muy complicada, “la ocupación total de la ciudad aún está muy lejos”.

También en la región de Járkiv, más cerca de la frontera internacional, los rusos han reivindicado avances cerca de la ciudad de Vovchansk, incluida la toma de una aldea cercana.