Archivos recientemente abiertos del papa Pío XII han arrojado nueva luz sobre las afirmaciones de que el pontífice de la época de la Segunda Guerra Mundial no habló sobre el Holocausto. Pero también brindan detalles sobre otro capítulo polémico en la historia del Vaticano: el escándalo sobre el fundador de los Legionarios de Cristo.

Ya se han escrito libros enteros sobre la copiosa documentación que llegó a la Santa Sede en las décadas de 1940 y 1950, demostrando que sus funcionarios tenían pruebas de la dudosa moral, el uso de drogas, la imprudencia financiera y el abuso sexual del reverendo Marcial Maciel contra sus jóvenes seminaristas.

Sin embargo, a la Santa Sede le tomó más de medio siglo sancionar a Maciel, y aún más para reconocer que era un fraude religioso y un estafador que abusó sexualmente de sus seminaristas, engendró tres hijos y construyó una orden religiosa secreta, similar a un culto, para ocultar su doble vida.

Los archivos recientemente abiertos del papado de Pío, que abarcaron de 1939 a 1958, agregan algunos detalles nuevos a lo que ha sido de dominio público, ya que incluyen documentación que antes no estaba disponible de la secretaría de Estado del Vaticano.