Al día siguiente de que el presidente Donald Trump ordenó enviar a elementos de Guardia Nacional a Luisiana, dieron inicio los operativos dirigidos a detener a inmigrantes carentes de estatus legal.
Bajo el argumento de “atrapar a extranjeros delincuentes que deambulan libremente gracias a las políticas de santuario que obligan a las autoridades locales a ignorar las solicitudes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos”, el Departamento de Seguridad Nacional pretende que se realicen múltiples operativos en ciudades caracterizadas por tener una amplia concentración de inmigrantes.
Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS, emitió una declaración donde afirma que, pese a haber sido arrestados por invasión de domicilio, robo a mano armada, robo de automóvil y violación, varios inmigrantes han sido liberados por las autoridades locales quienes además se niegan a cumplir con las órdenes de detención del Servicio Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Debido a ello, ahora se actuará con mayor severidad al realizar las detenciones de extranjeros carentes de estatus legal considerados riesgosos para el resto de la ciudadanía.
“Es una locura que estos monstruos hayan sido liberados en las calles de Nueva Orleans para cometer más delitos”, expresó McLaughlin.
Se espera que en la operación denominada “Catahoula Crunch” intervengan 250 agentes del DHS quienes se pondrán bajo las órdenes de Gregory Bovino, alto oficial de la Patrulla Fronteriza.
“Estamos encontrando y arrestando a inmigrantes ilegales, haciendo que estas comunidades sean más seguras para los estadounidenses que viven allí”, escribió hace unos días en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter.
Por su parte, la oficina del FBI en Nueva Orleans emitió un comunicado mediante el cual asume el compromiso apoyar en los operativos de detención de inmigrantes.
“A medida que el Departamento de Seguridad Nacional comienza a reforzar la aplicación de las leyes de inmigración en el área metropolitana de Nueva Orleans, la Oficina de Campo del FBI en Nueva Orleans y la Policía Estatal de Luisiana anuncian un esfuerzo conjunto para disuadir las agresiones a agentes federales y los intentos de obstruir las acciones de aplicación de la ley”, señal parte de la misiva.
De acuerdo con información divulgada por la Oficina del Censo, cerca de 6.5% de la población total en Nueva Orleans son inmigrantes, incluyendo ciudadanos estadounidenses naturalizados.























