El número de muertos por las inundaciones del fin de semana en Virginia Occidental aumentó a seis, mientras los habitantes intentaban limpiar bajo la amenaza de más lluvias.
Al menos dos personas seguían desaparecidas en el extremo norte del estado después de las lluvias torrenciales del sábado por la noche, dijo el gobernador Patrick Morrisey el lunes. Hasta 10 centímetros (cuatro pulgadas) de lluvia cayeron en partes de Wheeling y el condado de Ohio en 40 minutos. Entre los fallecidos se encontraba un niño de 3 años.
Hacia el sureste, fuertes lluvias azotaron el domingo la comunidad de Fairmont, en el condado de Marion, donde las aguas arrancaron la pared exterior de un edificio de apartamentos y dañaron puentes y caminos. No se reportaron heridos allí.
Morrisey declaró estado de emergencia en ambos condados. Al menos 60 viviendas, 25 negocios y un estimado de 30 caminos fueron afectados por las inundaciones, dijo.
“Es simplemente la Madre Naturaleza en su peor momento”, expresó Morrisey.
En el extremo norte, varios vehículos fueron arrastrados a arroyos crecidos, algunas personas buscaron refugio en árboles y una casa móvil se incendió. El domingo, Morrisey recorrió la pequeña comunidad de Triadelphia, donde murieron cinco personas.
“Eso fue pura devastación”, comentó. “Fue brutal”.