El icónico actor de Hollywood, Gene Hackman, y su esposa, Betsy Arakawa, fueron encontrados muertos en su hogar en las colinas de Nuevo México. Las autoridades revelaron que las muertes, ocurridas con una semana de diferencia, fueron por causas naturales.

Hackman, de 95 años, falleció a causa de enfermedades cardíacas, agravadas por un avanzado estado de Alzheimer, según informó la jefa forense, la Dra. Heather Jarrell.

“Es bastante posible que no supiera que su esposa había fallecido”, señaló Jarrell durante una conferencia de prensa. Por su parte, Arakawa, de 65 años, murió a causa del síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad rara pero potencialmente fatal transmitida por roedores.

El hantavirus, que causó la muerte de Arakawa, es una enfermedad rara que se contrae al estar en contacto con heces de roedores infectados. Este es el primer caso confirmado de hantavirus en Nuevo México este año.

Las autoridades no pudieron determinar cuán rápidamente falleció Arakawa, pero se encontraron cerca de su cuerpo pastillas para la tiroides que le habían sido recetadas, aunque no se consideraron un factor contribuyente en su muerte.

Más información sobre la muerte del actor

Los cuerpos de la pareja fueron descubiertos el 26 de febrero en su residencia de arquitectura neopueblo, ubicada en una comunidad cerrada en Santa Fe, un refugio conocido para celebridades y artistas.

Hackman fue encontrado en la entrada de la casa, mientras que Arakawa fue encontrada en un baño. Las autoridades descartaron cualquier indicio de actividad criminal y confirmaron que las pruebas de intoxicación por monóxido de carbono fueron negativas.

Gene Hackman, ganador de dos premios Oscar por películas como ‘The French Connection’ y ‘Unforgiven’, se retiró de la actuación a principios de la década de 2000 para dedicarse a la pintura y la escritura. Junto a su esposa, Betsy Arakawa, una ex pianista de concierto nacida en Hawái, llevaban una vida tranquila y alejada del bullicio de Hollywood.

La pareja se conoció en la década de 1980 mientras Arakawa trabajaba en un gimnasio en California. Durante su retiro, Hackman formó parte de la junta de fideicomisarios del Museo Georgia O’Keeffe en Santa Fe y, junto a su esposa, invirtió en negocios locales.

Su hogar, construido con estuco y ubicado en una colina, era un reflejo de su amor por el arte y la tranquilidad.