Las autoridades de salud de Estados Unidos aprobaron el viernes por la noche una nueva vacuna contra el COVID-19 fabricada por Moderna, con limitaciones sobre quién puede usarla; no es un reemplazo de la vacuna existente de la compañía, sino una segunda opción.

La nueva vacuna, denominada mNexspike, es un paso hacia las vacunas de próxima generación contra el coronavirus. Está hecha de una manera que permite aplicar una dosis más baja, equivalente a una quinta parte de la de Spikevax, su vacuna actual contra el COVID-19, al refinar su objetivo inmunológico.

Stephane Bancel, CEO de Moderna, dijo el sábado en un comunicado: “La aprobación agrega una nueva e importante herramienta para ayudar a proteger a las personas con alto riesgo de enfermar gravemente por COVID-19”.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la nueva vacuna para su uso en todos los adultos de 65 años o más, y para personas de 12 a 64 años que tienen al menos una condición de salud que los pone en mayor riesgo frente al coronavirus.

Ese es el mismo límite que la FDA estableció al autorizar otra opción de vacuna contra el COVID-19 del competidor Novavax.