El presidente Joe Biden instó el domingo a sus simpatizantes a mantenerse unidos en torno a él en un apasionado servicio religioso en el que el pastor aludió a las enseñanzas bíblicas afirmando que “nunca hay que descartar a José”, y culpó a la envidia de intensificar la presión de algunos demócratas para que abandone su candidatura a la reelección.

Hablando desde un escenario flanqueado por el sol procedente de las vidrieras en la iglesia de God in Christ de Mount Airy, en el noroeste de Filadelfia, Biden, de 81 años, se rió de las preocupaciones sobre su edad, y bromeando dijo “sé que aparento 40″, pero “llevo haciendo esto mucho tiempo”.

“Sinceramente, nunca he sido tan optimista sobre el futuro de Estados Unidos si permanecemos unidos”, afirmó. No utilizó “teleprompter” —un apuntador electrónico para leer un texto preparado—, algo cada vez más habitual desde su desastroso desempeño en el debate del mes pasado, sino que habló con un discurso redactado.

El presidente hizo estas afirmaciones después de que el pastor Louis Felton lo comparara con José y la historia bíblica de su “capa multicolor”. José fue vendido como esclavo en Egipto por sus envidiosos hermanos, para acabar obteniendo un alto cargo en el reino del faraón y hacer que sus hermanos le rogaran ayuda sin haberlo reconocido.