El secretario de Estado Antony Blinken se prepara para enfrentar un par de interrogatorios difíciles ante el Congreso esta semana sobre el manejo de parte del gobierno de Joe Biden del retiro de las fuerzas militares de Afganistán.
En audiencias por separado en la Cámara de Representantes y el Senado, se espera que los legisladores interroguen a Blinken respecto a la respuesta del gobierno de Biden al colapso rápido de las autoridades afganas y más específicamente more sobre la respuesta del Departamento de Estado a lo que muchos consideran un resultado predecible en los días finales de la presencia militar estadounidense en Afganistán.
Blinken, quien había predicho públicamente en junio que una toma completa del Talibán no sucedería “de un viernes a un lunes”, se presentará ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes el lunes y ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado el martes. Es muy probable que sea enfrente preguntas por ese pronóstico, que resultó errónea.
El Departamento de Estado ha recibido críticas fuertes tanto de republicanos como de demócratas por no haber hecho suficiente y no haber actuado lo suficientemente rápido para sacar de Afganistán a ciudadanos estadounidenses, residentes con autorización legal y afganos en riesgo después que el Talibán tomó el control de Kabul el 15 de agosto.
Los republicanos, en particular, han estado exigiendo respuestas sobre por qué ciudadanos estadounidenses fueron dejados a su suerte en los días y semanas caóticos antes que las fuerzas militares completaran su retiro el 30 de agosto. El Departamento de Estado y el gobierno más ampliamente han defendido sus esfuerzos, destacando el traslado por aire sin precedentes de más de 100.000 personas desde Kabul en dos semanas ante una confusión rampante, riesgos extremos de seguridad y varios desafíos de logística.