Un aparente ataque aéreo israelí contra una escuela convertida en refugio en el sur de Gaza mató al menos a 25 palestinos el martes, mientras fuertes bombardeos en el norte obligaron al cierre de instalaciones médicas y a miles de personas a huir en busca de un refugio cada vez más difícil de alcanzar.
El nuevo ataque terrestre de Israel en la ciudad más grande de Gaza es su último esfuerzo para combatir a los milicianos de Hamás que se reagrupan en áreas que el ejército había dicho anteriormente que prácticamente estaban despejadas. El ejército israelí no dio declaraciones al respecto.
Tras nueve meses de combate, gran parte de Ciudad Gaza y de las zonas urbanas circundantes han quedado arrasadas o convertidas en paisajes desolados. La mayoría de la población huyó al principio de la guerra, pero miles de palestinos permanecen en el norte.
“Los combates han sido intensos”, declaró Hakeem Abdel-Bar, quien huyó del distrito de Tuffah de Ciudad Gaza a casa de unos familiares en otra parte de la ciudad. Afirmó que los aviones de combate y los drones israelíes estaban “atacando todo lo que se movía” y que los tanques se habían desplazado a los distritos centrales.