Brigitte Bardot, figura central del cine francés de mediados del siglo XX, murió el 28 de diciembre de 2025 a los 91 años, confirmó la Fundación Brigitte Bardot en un comunicado oficial. La noticia fue recogida por medios de Europa, Estados Unidos y América Latina, que describen el fin de la vida de una artista cuya trayectoria fue intensa, transformadora y, en sus últimos años, polémica.

La actriz, cuyo nombre completo era Brigitte Anne-Marie Bardot, alcanzó fama internacional en 1956 con la película Y Dios creó a la mujer, de Roger Vadim. Aquella actuación proyectó su imagen más allá de Francia y redefinió las fronteras del cine europeo, consolidándola como símbolo de liberación femenina y atractivo sensual en un contexto cultural que aún debatía los límites de la representación erótica en pantalla.

Bardot actuó en aproximadamente 47 películas, trabajó con directores influyentes de la Nouvelle Vague y exploró la música con grabaciones que llegaron a gran público. Su presencia cambió la percepción de la mujer en la industria cinematográfica y contribuyó a expandir el alcance internacional de la cultura francesa durante la posguerra. 

Tras retirarse del cine en 1973, Bardot dedicó su vida a la defensa de los animales. Fundó la Brigitte Bardot Foundation en 1986, impulsando campañas contra la caza de focas, el maltrato en mataderos y en laboratorios, y promoviendo políticas de bienestar animal. Su compromiso con esta causa la convirtió en una referencia global para grupos de protección faunística y organizaciones civiles.

La reputación de Bardot enfrentó tensiones significativas en los últimos años. Su postura sobre inmigración, el islam y otras cuestiones sociales derivó en varias condenas judiciales en Francia por incitación al odio, un legado que ha suscitado debates intensos entre defensores de la libertad de expresión y críticos de su retórica pública.

El fallecimiento de Bardot fue anunciado sin especificar causa concreta, aunque se sabe que enfrentó problemas de salud y fue hospitalizada recientemente tras una intervención quirúrgica. Su muerte se produjo en el sur de Francia, en la ciudad de Toulon, donde residía desde hacía décadas.

La reacción internacional fue inmediata. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó a Bardot como una “leyenda” cuya vida y carrera representaron ritmos culturales de libertad y audacia, destacando la profunda impronta que dejó en la historia del cine y de la identidad cultural francesa.

Varios actores, activistas y organizaciones animalistas también expresaron solidaridad con la familia y el equipo de su fundación, subrayando que su obra en defensa de los animales seguirá como parte de su legado.

Brigitte Bardot pertenece a una generación de artistas que confluyeron con cambios sociales y estéticos profundos. Su biografía abarca éxitos cinematográficos, rebelías culturales, compromisos sociales y debates públicos que continúan generando análisis y discusiones en círculos artísticos, políticos y académicos.