Luego de la “incursión” de policías y militares en territorios históricamente controlados por pandillas en El Salvador, el próximo paso será la “extracción”: así lo dijo ayer el presidente Nayib Bukele tras anunciar que su gobierno se prepara para instalar cercos militares en grandes ciudades del país centroamericano.

“Ahora viene la fase 5 (del plan Control Territorial) que es la extracción de los criminales que aún quedan en nuestras comunidades. (…) Aún quedan pandilleros, pocos, pero quedan, tenemos que ir y extraerlos”, dijo el mandatario.

El gobierno salvadoreño busca replicar un cerco militar instalado a inicios de octubre en Comasagua, un pueblo salvadoreño con al menos 12.000 habitantes que, durante días, vio restringida la entrada y salida del lugar a condición de presentar un documento de identidad.

La medida fue ordenada en su momento por Bukele tras el asesinato de un hombre a manos de pandillas.

Sin embargo, desde hace ochos meses, el Estado salvadoreño mantiene una “guerra” con estos grupos a través de un régimen de excepción, el cual suma 58.000 capturados.