Las campañas de la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump están discutiendo antes de su debate de alto riesgo del 10 de septiembre sobre si los micrófonos deben silenciarse excepto para el candidato a quien le toca hablar.

Si bien es común que las campañas discutan de antemano la mecánica del debate, tanto Harris como Trump están bajo presión para lograr un buen desempeño el próximo mes en Filadelfia. El primer debate durante esta campaña provocó que el presidente Joe Biden se retirara de la contienda.

El domingo por la noche, Trump planteó la posibilidad de no presentarse en el debate de ABC, publicando en su red Truth Social que había visto el programa dominical de la cadena con un “llamado Panel de Enemigos de Trump” y postuló: ”¿Por qué haría yo el debate ante Kamala Harris en esa cadena?” e instó a sus seguidores a que ”¡¡Estén atentos!!”

La disputa actual se centra en silenciar los micrófonos cuando un candidato no habla, una condición que tanto Biden como Trump aceptaron durante su debate de junio organizado por CNN. Ambas partes se acusan mutuamente de jugar con el sistema para proteger a su candidato.