El paso fronterizo de Rafah, que une el norte de la península del Sinaí egipcio con la franja de Gaza, ha vuelto a cerrar este sábado tras unas horas abierto para permitir la entrada del cargamento de ayuda humanitaria en el enclave palestino, informan testigos.
Han conseguido cruzar el paso unos 20 camiones de ayuda, según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En un comunicado, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken ha pedido a las partes a mantener abierta esta vía. “Hamas no debe interferir en la prestación de asistencia vital. Las poblaciones civiles palestinas no son responsables del atroz terrorismo de Hamas“, ha declarado.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás, ha recalcado este sábado en que el primer convoy de 20 camiones de ayuda humanitaria que ha entrado por la mañana por el paso de Rafá trae consigo una cantidad absolutamente insuficiente de material para cubrir siquiera un día de lo que necesita la población del enclave. En un comunicado, el Ministerio indica que el convoy constituye sólo el 3% de lo que entraba diariamente en la Franja de Gaza para necesidades sanitarias y humanitarias antes de que comenzara la guerra contra Israel del 7 de octubre.
Además, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) declaró que el sábado ha conseguido entregar 44.000 botellas de agua potable a través del primer convoy humanitario de este sábado con destino a Gaza tras la apertura provisional del paso de Rafah con Egipto. “Esta primera cantidad de agua, aunque limitada, salvará vidas“, ha declarado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, sobre un envío que cubrirá la necesidad de agua para 22.000 para solo un día, antes de avisar que “las necesidades son inmediatas e inmensas; no solo de agua, sino de alimento, combustible, medicamentos y bienes y servicios esenciales”.