La delegación de paz de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional instó el jueves al gobierno colombiano a continuar las negociaciones de paz luego de un ataque con explosivos en el que murieron nueve militares y otros nueve resultaron heridos, aunque el máximo comandante del grupo defendió lo que calificó como su “derecho” a defenderse de ataques.
“Entendemos el dolor porque lo hemos sentido. Todos los dolores cuentan, son iguales”, indicó el ELN en Twitter. Añadió que “son duras las realidades de la guerra, por ello es menester persistir en la construcción de la paz y proseguir en su proceso”.
Horas después, el máximo comandante Eliécer Erlinto Chamorro, alias “Antonio García”, aseguró que el ELN tiene “derecho a responder a los ataques que recibe” debido a que aún no han pactado un cese al fuego bilateral con el gobierno. En mensajes de Twitter y Telegram, por donde suele comunicarse, indicó que las fuerzas armadas han atacado desde enero a la guerrilla sin que fuesen señalados por el gobierno ni la prensa como “atentados contra la paz”.
Los militares fueron atacados la madrugada del miércoles con explosivos y armas de largo alcance cuando realizaban operaciones de seguridad en un oleoducto de la estatal Ecopetrol ubicado en la zona rural del municipio de El Carmen, en Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Ocho de los militares heridos se encuentran en recuperación en un hospital y uno de ellos tiene pronóstico reservado.
El ejército señaló al ELN, considerada la última guerrilla activa en el país, como responsable del ataque pese a que los militares no se encontraban en operaciones ofensivas contra ese grupo armado.
El ataque podría complicar los esfuerzos del presidente Gustavo Petro de alcanzar la “paz total”. El presidente citó para el próximo lunes una reunión de emergencia con la delegación de paz del gobierno en el proceso con el ELN para evaluar las acciones a seguir.
Otty Patiño, jefe de la delegación de paz del gobierno, dijo el jueves que van a continuar buscando la paz con los armados. “No seremos nosotros los que nos pararemos de la mesa de negociación”. Sin embargo, agregó que “entre más acciones militares y hostigamientos hagan, la voz de los delegados va a ser menos confiable”.