Las gestiones internacionales para negociar un cese del fuego entre Israel y Hamás sufrieron un revés el miércoles al trascender que Israel retiró a su equipo negociador y que el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a Hamás de trabar las negociaciones con reclamos “ilusorios”.

Netanyahu habló horas después de que la prensa local informó que el mandatario israelí había ordenado a su delegación que no continuara con las negociaciones en El Cairo, lo que causó inquietudes sobre el destino de las conversaciones y suscitó críticas de las familias de los aproximadamente 130 rehenes que siguen cautivos, de los cuales se dice que la cuarta parte han muerto.

Los familiares de los rehenes dijeron que la decisión de Netanyahu equivalía a una “sentencia de muerte” para sus seres queridos.

Las gestiones de mediación, dirigidas por Estados Unidos, Egipto y Qatar, buscaban alcanzar un acuerdo entre las partes beligerantes para lograr una tregua tras varios meses de guerra que han provocado la muerte de más de 28.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según funcionarios de salud locales. Los combates han destruido una enorme parte de la Franja de Gaza, desplazado a la mayoría de la población y provocado una catástrofe humanitaria.