La entrevista de Cristina Saralegui con Don Francisco, Mario Kreutzberger, es algo digna de ver. Tenemos a dos titanes de la televisión compartiendo una conversación sobre lo que fue su vida y cómo cada golpe que recibieron los fue moldeando. Ella tiene 76 años, él 83, y los dos se mantuvieron firmes en esta platica con una agilidad de pensamiento y dominio de contenido desde su trinchera personal. ¡Aplausos para ambos!

De esta charla se aprende mucho, pero se descubren situaciones que duelen, porque la sororidad pega fuerte al escuchar a Cristina decir: “Yo tenía 63 años… quiere decir que después de haberles dado mi vida me quedaban dos años para retirarme con honores, con una fiesta bonita, con mis empleados conmigo, que eran mi familia. No esperaron ni esos dos años para hacer lo que hicieron, que fue muy feo”.

La botaron de Univision

La empatía te hace recordar la mujer que fue frente a la televisión y detrás de la misma. Y en ese ejercicio te encuentras con lo que uno asume que la persona merece por todo el trabajo que realizó. Habría sido ejemplificador ver el último programa de Cristina, con ella despidiéndose a lo grande, anunciando su retiro y cerrando un ciclo; probablemente habría sido igual de difícil para ella a nivel personal, pero menos desgarrador e injusto a su ver, que sólo tener que irte, sin sabe por qué.

Lamentablemente, en la actualidad, muchos despidos de grandes talentos televisivos se dan de un día para otro, sin que la persona tenga la oportunidad de despedirse ante las cámaras con el respeto y el reconocimiento que se merece.

Honremos siempre a los grandes

Esta entrevista, por otra parte, es un regalo de don Francisco para las personas que crecieron viendo sus programas: Sábado Gigante y El Show de Cristina. Es también una manera de rendirle honores a dos personas sobre las cuales se construyó el éxito y la credibilidad de una cadena como Univision, y es además un llamado al respeto y a la consideración por aquellos que siguen luchando por trabajar, por crear, por crecer y mejorar sin importar la edad.

Su salida de Univision, por otra parte, la llevó a una fuerte depresión la cual se terminó cuando regresó a trabajar, pero le duró poco, porque su nuevo trabajo la llevo a Telemundo y aunque ellos le pusieron todo a su disposición ella no aguantó más que un año, porque probablemente, palabras más, palabras menos, ella extrañaba su casa.

Con qué me quedo yo

Por otra parte, en estas conversaciones Don Francisco siempre obtiene un decálogo del éxito con cada invitado, y el de esta conversación es riquísimo, porque Cristina es una mujer que impacta por la forma en la que vivió su vida y por cómo quiere acabarla. Aquí habló de su esclerosis múltiple y de cómo ha luchado con esta desde los siete años. Señala que no tiene intención de vivir 100, para verse postrada en una silla de ruedas, aún padeciendo este mal.

Del decálogo personalmente me quedo con “vivir en etapas”. Este es un mensaje que incluso mi mamá me enseñó de niña y saber que así ha vivido la suya Cristina Saralegui afecta de manera positiva y motiva, para seguir viviendo bajo el ejemplo de mi mamá.