El representante de Cuba en la XXIX Cumbre Iberoamericana, Rodolfo Benítez, reclamó este viernes en la XXIX Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno su “derecho a vivir en paz y sin bloqueo” de Estados Unidos, y advirtió que existen posturas dentro de la comunidad iberoamericana que ponen en riesgo la relevancia futura y la propia existencia de este foro.

Benítez advirtió que “el Gobierno de Estados Unidos se empeña en asfixiar al pueblo cubano con su brutal guerra económica” y condenó la “calumniosa calificación como supuesto copatrocinador del terrorismo”, lo que apuntó como “pretexto” para aumentar la presión hacia Cuba.

Asimismo, el representante cubano en la XXIX Cumbre Iberoamericana, que se celebra en Cuenca (Ecuador), rechazó enérgicamente las “medidas coercitivas unilaterales”, como sanciones económicas que afecta a países como Venezuela y Nicaragua, entre otras naciones de la región.

También mostró su solidaridad con la reivindicación de Argentina de tener soberanía sobre las Islas Malvinas, y reiteró el compromiso del Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel con la innovación, sostenibilidad e inclusión, los ejes centrales sobre los que se desarrolló este encuentro.

Posteriormente protagonizó un tenso intercambio de acusaciones con el delegado de Argentina, el embajador Eduardo Acevedo, después de acusar al Gobierno del ultraderechista Javier Milei de querer “reventar la cumbre” al llegar con discursos de odio, negar el cambio climático y hacer una defensa del embargo estadounidense sobre la isla.

Así, el cubano hizo referencia a la negativa de Argentina a suscribir una declaración oficial de la cumbre que contenía acciones para avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y la Agenda 2030, especialmente en equidad de género y lucha contra el calentamiento global, según señalaron a EFE fuentes próximas a la negociación.

A su vez, Cuba rehusó aprobar cualquier declaración que no contemplase una condena al embargo de Estados Unidos.

Benítez consideró que el Gobierno argentino no consiguió su propósito ya que se quedó solo ante una declaración no oficial de la cumbre, suscrita por el resto de los participantes, que fueron 19 de los 22 países de la comunidad iberoamericana, ya que México, Nicaragua y Venezuela no asistieron al tener relaciones rotas con Ecuador.

El delegado del Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel señaló que la conferencia iberoamericana “no puede convertirse en rehén de posturas aislacionistas que buscan hacernos retroceder en la concertación de posiciones conseguidas durante más de tres décadas”.

“Se pone en riesgo la relevancia futura y la existencia de este foro, demandando que se respete el acervo histórico que hemos construido, superando siempre nuestras diferencias”, añadió.

En respuesta a una intervención donde Acevedo señaló que a criterio del Gobierno argentino es Cuba quien debe recuperar la democracia y respetar los derechos y libertades de sus habitantes, el cubano respondió que Argentina no le puede dar lecciones de democracia a Cuba cuando “maltrata a jubilados y se opone a derechos los pueblos indígenas y de las mujeres pretenda dar lecciones de democracia”.

Benítez recordó que durante su intervención en el plenario defendió la reclamación histórica de Argentina de tener soberanía sobre las Islas Malvinas, porque “la amistad del pueblo argentino y cubano supera cualquier ideología política y los caprichos de cualquier gobierno de turno”.