La Cumbre de la Amazonia en Brasil concluyó el miércoles con una hoja de ruta para proteger las selvas tropicales, la cual fue calificada como paso importante en la lucha contra el cambio climático, pero sin los compromisos concretos que pedían algunos ambientalistas para poner fin a la deforestación.

El martes, presidentes y ministros de ocho países amazónicos firmaron una declaración de sus planes para impulsar el desarrollo económico de sus países y a la vez impedir que la larga agonía de la región “llegue a un punto de no retorno”.

Varios grupos ambientalistas describieron la declaración como una compilación de buenas intenciones con escasos objetivos y plazos concretos. Por su parte, la organización indígena más grande de la región se declaró complacida por la inclusión de sus dos reclamos principales.

“Es significativo que los mandatarios de los países de la región hayan escuchado a la ciencia y comprendido el llamado de la sociedad: la Amazonia está en peligro y no tenemos demasiado tiempo para actuar”, dijo el grupo internacional WWF en un comunicado. “Pero WWF deplora que los países amazónicos, de común acuerdo, no hayan llegado a un punto común para poner fin a la deforestación en la región”.”