El joven empresario Daniel Noboa, sin mayor experiencia política ni en el manejo del Estado, ganó las elecciones presidenciales y se apresta a afrontar uno de los mayores desafíos en la historia reciente de Ecuador: solucionar la violencia rampante ligada al narcotráfico que mantiene en jaque a la economía y a la sociedad.
Con 35 años, la edad mínima para postularse a la presidencia, tuvo un breve paso de dos años como legislador en la Asamblea, que fue disuelta en mayo por el presidente Guillermo Lasso cuando se impulsaba un juicio político para destituirlo en medio de acusaciones de corrupción en el sector energético.
El debutante en los comicios presidenciales desplazó con 52,30% votos a su contrincante, la abogada de izquierda Luisa González, que obtuvo un 47,70%, escrutadas más del 98% de las actas. La victoria de Noboa frustra el anhelo de la Revolución Ciudadana, el partido del expresidente Rafael Correa (2007-2017), de retornar al poder.