Una mujer en Virginia fue declarada culpable de matar a tiros a sus dos hijas en venganza contra su exmarido.

Veronica Youngblood, de 37 años, admitió que sedó con gomitas para dormir y mató a Sharon Castro, de 15; y a su hermana Brooklynn Youngblood, de 5, en el 2018. La mujer se había declarado no culpable por razón de incapacidad mental.

Al jurado que evaluó la prueba contra Youngblood no le convencieron los argumentos de la defensa sobre ese supuesto factor mitigante. Los miembros del panel declararon culpable a la mujer de dos cargos de asesinato en primer grado y dos de uso de arma de fuego para un acto delictivo.

El reporte del Daily Mail indica que, mientras la hija adolescente de Veronica convalecía, esta llamó a su exesposo Ron Youngblood para decirle que lo odiaba y que le había disparado a las menores.

The Washington Post informó que Youngblood mató a las menores en su apartamento de McLean porque su esposo pensaba mudarse con Brooklynn.

Los fiscales del condado Fairfax, quienes solicitaron una sentencia de cadena perpetua, catalogaron a la mujer de maliciosa, egoísta y deliberada.

Este caso va más allá que meramente tener una enfermedad mental“, planteó en sala la fiscal Kelsey Gill.

“Esto va más allá de la depresión. Esto va más allá de la PTSD (Trastorno de estrés postraumático). Esto va mucho más allá de ser suicida”, sostuvo Gill.

El defensor público que representó a la acusada, Dawn Butorac, alegó que su clienta cometió los ataques por una mezcla de factores que incidieron en su comportamiento como la pobreza en la que creció y los abusos físicos y sexuales por parte de parientes que la llevaron a convertirse en una prostituta y embarazarse de su hija mayor a los 16.

Butorac indicó que la acusada conoció a su exesposo mientras era trabajadora sexual y se casaron en el 2009. Procrearon a Brooklynn en el 2012.

El abogado además planteó que Youngblood había estado escuchando voces.

En una entrevista con investigadores que fue grabada, la mujer confesó a los oficiales que era culpable y que merecía la pena de muerte.

La mujer compró una pistola nueve días antes del ataque.

Brooklynn murió de un disparo en la cabeza.

Sharon llamó a la Policía tras ser baleada en la espalda y en el pecho e indicó que su madre era la atacante. La joven murió en el hospital.