Los demócratas impulsaron el domingo la aprobación en el Senado de su paquete económico en un año electoral, un disputado acuerdo que resulta menos ambicioso que la visión original del presidente Joe Biden, pero que de igual forma cumple con los objetivos del partido de desacelerar el calentamiento global, moderar los costos farmacéuticos y gravar a las enormes compañías
Ahora el paquete por aproximadamente 740.000 millones de dólares se encamina a la Cámara de Representantes, donde los legisladores están listos para respaldar las prioridades de Biden, lo que parecía una iniciativa perdida y destinada al fracaso que recuperó fuerza en la política. Los demócratas se mantuvieron unidos en una votación que se resolvió 51-50 gracias al voto decisivo de la vicepresidenta Kamala Harris.
“Hoy, los senadores demócratas se han puesto del lado de las familias estadounidenses en lugar de los intereses especiales”, dijo el presidente Joe Biden en una declaración desde Rehoboth Beach, Delaware. “Me postulé a la presidencia prometiendo que el gobierno volvería a funcionar para las familias trabajadoras, y eso es lo que hace este proyecto de ley, punto”.
Con apenas poco más de la décima parte del arcoíris inicial de 10 años y 3,5 billones de dólares de su la iniciativa de Biden Build Back Better, el nuevo paquete abandona las propuestas anteriores de preescolar universal, licencia familiar pagada y ampliación de la ayuda al cuidado infantil. Ese plan se vino abajo después de la oposición del senador conservador Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, quien argumentó que era demasiado costoso y avivaría la inflación.
Analistas no partidistas han dicho que la “Ley de Reducción de la Inflación” tendría un efecto menor en el aumento de los precios al consumidor.
Los republicanos afirmaron que la nueva medida socavaría una economía que los encargados de formular políticas se esfuerzan por evitar que caiga en la recesión. Dijeron que los impuestos a las empresas incluidos en el proyecto de ley perjudicarían la creación de empleos y harían que los precios se dispararan, lo que complicaría a la población hacer frente a la peor inflación del país desde la década de 1980.
“Los demócratas ya han robado a las familias estadounidenses una vez a través de la inflación, y ahora su solución es robar a las familias estadounidenses una segunda vez”, argumentó el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.
























