Providence – El Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó una demanda civil en un tribunal federal alegando que CVS Pharmacy y varias subsidiarias llenaron recetas ilegales en violación de la Ley de Sustancias Controladas y la Ley de Reclamos Falsos.
La demanda afirmaba que CVS llenaba deliberadamente recetas de sustancias controladas que “carecían de un propósito médico legítimo, no eran válidas y/o no se emitieron en el curso habitual de la práctica profesional”.
El Departamento de Justicia alegó que CVS llenaba cantidades excesivas y peligrosas de opioides, llenaba opioides antes de tiempo y “recetas Trinity” de manera ilegal. Las “recetas Trinity” son una combinación de un opioide, una benzodiazepina y un relajante muscular. La demanda también decía que CVS supuestamente llenaba recetas escritas por prescriptores que sabía que participaban en “prácticas de fábrica de pastillas”, es decir, cuando los prescriptores emitían grandes cantidades de sustancias controladas sin ningún propósito médico. CVS también supuestamente ignoró la evidencia de fuentes, incluido su farmacéutico y datos internos, que mostraban que sus farmacias estaban entregando recetas ilegales.
El Departamento de Justicia acusa a CVS de violar las leyes debido a las métricas de desempeño, los incentivos de compensación y las políticas de personal. “CVS estableció niveles de personal demasiado bajos para que los farmacéuticos cumplieran con sus métricas de desempeño y sus obligaciones legales”, decía la denuncia. Además, ocultaron información crucial a los farmacéuticos que podría haber evitado la cantidad de recetas ilegales que se surtieron.
“Esta demanda alega que CVS no ejerció su papel fundamental como guardián de los opioides recetados peligrosos y, en cambio, facilitó la distribución ilegal de estos medicamentos altamente adictivos, incluso por parte de prescriptores de farmacias tradicionales”, dijo el fiscal federal Zachary Cunha. “Cuando corporaciones como CVS priorizan las ganancias por sobre la seguridad del paciente y sobrecargan a su personal de farmacia de modo que no pueden llevar a cabo la responsabilidad básica de garantizar que las recetas sean legítimas, utilizaremos todas las herramientas a nuestra disposición para asegurarnos de que respondan por ello”.
El Departamento de Justicia dijo que CVS podría enfrentar sanciones civiles por cada receta ilegal que se llene en violación de la CSA, así como sanciones por cada receta reembolsada por los programas de atención médica federales en violación de la FCA. El 17 de octubre de 2019, la denunciante Hillary Estright, ex empleada de CVS, presentó una acción para la FCA. CVS respondió a la demanda diciendo que “estaba totalmente en desacuerdo” con las acusaciones y la “narrativa falsa” del Departamento de Justicia.
Un portavoz dijo que la compañía había cooperado con una investigación de cuatro años de duración y que la demanda impone un “estándar cambiante para la práctica farmacéutica”. “Muchas de las teorías de litigio expuestas en la denuncia no se encuentran en ningún estatuto o reglamento, y se relacionan con temas sobre los cuales el gobierno se ha negado a proporcionar orientación”, decía la declaración. “Cada una de las recetas en cuestión era para un medicamento opioide aprobado por la FDA recetado por un médico al que el propio gobierno le dio licencia, autorizó y facultó para escribir recetas de sustancias controladas”.