El gobernador de Florida Ron DeSantis suspendió el domingo su campaña por la candidatura presidencial republicana, poniendo fin a su intento por llegar a la Casa Blanca en vísperas de las primarias de Nueva Hampshire y a la vez respaldando a su acérrimo rival Donald Trump.

La decisión deja a Trump y a la exembajadora ante la ONU Nikki Haley como los últimos dos candidatos de relevancia en la contienda de cara a las primarias del martes en Nueva Hampshire. Este es el escenario que los rivales de Trump dentro del Partido Republicano deseaban desde hace tiempo que se concretara, y que eleva lo que está en juego en la contienda de esta semana como la última oportunidad del partido para frenar al expresidente que ha dominado las campañas hasta ahora.

Pero mientras algunos críticos de Trump aplaudieron la decisión, DeSantis se inclinó ante el dominio de Trump en las primarias —y atacó a Haley— en un video publicado en redes sociales en el que anunció su salida de la contienda.

”Me queda claro que una mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump”, señaló mientras veía directamente a la cámara, con un tono animado, pero con sonrisas forzadas.