El pasado 27 de marzo se registró una de las peores tragedias en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando un incendio provocado en una estación migratoria derivó en la muerte de 40 personas, una noticia que le dio la vuelta al mundo.
Luego de varias investigaciones y videos del interior del lugar, se pudo determinar que una protesta para exigir agua y comida, así como una deficiente intervención de los agentes migratorios contribuyó al fatal desenlace.
Una de las personas a las que se le responsabiliza por estos hechos es Carlos Eduardo Colombo Rodríguez, un migrante venezolano que fue detenido recientemente por la Fiscalía General de la República (FGR) luego de haber permanecido un mes en coma.
De acuerdo con el sitio La Silla Rota, Carlos Eduardo se encontraba bajo custodia del Grupo Beta, un cuerpo de protección a migrantes perteneciente al Instituto Nacional de Migración (INM), en un hotel de la ciudad fronteriza, donde seguía su tratamiento médico.
Fue ahí en donde se presentaron siete agentes federales para arrestarlo por el delito de homicidio, sin embargo, el detenido negaba las acusaciones mientras se lo llevaban.
“Yo soy inocente, yo soy inocente, yo no tengo que ver nada, yo soy víctima del incendio y yo no tengo nada que ver, yo soy inocente. Yo no tenía nada que fuera a lesionar a nadie. Para eso hay cámaras y todo, yo no tengo nada que ver”, dijo Carlos Eduardo mientras su hermano Yordan Colombo Rodríguez, quien estaba con él al momento del arresto grabó todo.
“Me quitaron mis cosas antes de entrar a Migración. Yo no tenía nada que pudiera dañar a nadie. Si hubiera hecho algo me voy de paso y no sigo en su país. Estuve en coma 21 días”, agregó el migrante venezolano.
Cabe señalar que Carlos Eduardo es el segundo migrante detenido y acusado del homicidio de 40 personas. El pasado 30 de marzo agentes federales detuvieron a Jason, otro venezolano de 28 años, mientras que otros ocho funcionarios del INM y un guardia de seguridad también se encuentran vinculados a proceso.
De acuerdo con las investigaciones, Jason y otros migrantes que no han sido identificados compraron cigarros y un encendedor al guardia privado Adán Omar, fumaron en el baño e iniciaron el motín exigiendo agua y comida.
Yordan dijo que, tras el incendio, su hermano estuvo internado 18 días en el Hospital General de Ciudad Juárez y cuando salió no tenía cargos ni estaba bajo arresto. “Nos dijeron que estaba en el hotel por el Instituto Nacional de Migración y era para su recuperación”, señaló.
Pero todo cambió cuando los agentes de la Fiscalía le hicieron firmar una hoja de aprehensión y lo esposaron.