Israel bombardeó el martes zonas del sur de Gaza, la región a donde había dicho que huyeran los palestinos antes de una invasión terrestre, y mató a decenas de personas. Entre tanto, mediadores trataban de desbloquear la ayuda para millones de civiles cada vez más desesperados en el territorio sitiado y atacado por Israel desde un brutal ataque de milicianos de Hamas.

La violencia en la frontera israelí con Líbano también avivaba el temor a un conflicto regional más amplio que los diplomáticos trataban de evitar.

En Gaza, los heridos llegaban al hospital tras intensos ataques en las afueras de las ciudades sureñas de Rafah y Khan Younis, según residentes. Basem Naim, exministro de Salud y miembro destacado de Hamas, informó de 27 muertos en Rafah y 30 en Khan Younis.

Un reportero de Associated Press vio unos 50 cuerpos trasladados al hospital Nasser en Khan Younis desde la madrugada del martes. Los familiares acudieron a reclamar los cuerpos envueltos en sábanas blancas, algunas empapadas en sangre.