Dos miembros de la Guardia Nacional de West Virginia fueron baleados este miércoles por la tarde en Washington D.C. no lejos de la Casa Banca, y se encuentran hospitalizados en estado crítico, según informó el director del FBI, Kash Patel, en una rueda de prensa.
Más temprano, el gobernador de West Virginia, Patrick Morrisey, había dicho en la red social X que los dos guardias habían muerto, pero poco después publicó otro mensaje en el que afirmaba que había “reportes contradictorios” sobre el estado de los dos militares baleados.
El encargado de la Policía Metropolitana de Washington D.C. dijo en una conferencia de prensa que el sospechoso parece haber actuado por sí solo y de manera aparentemente dirigida contra integrantes de la Guardia Nacional. El individuo está detenido y también se encuentra hospitalizado, según Patel.
Patel agregó durante la conferencia de prensa que todos los estadounidenses deben enviar “nuestros rezos para que mejoren” los dos guardias en el hospital, dijo.
Alrededor de 2,300 soldados han estado patrullando la capital por orden del Gobierno del presidente, el republicano Donald Trump, aunque la semana pasada el despliegue fue declarado como ilegal por un tribunal federal. La Administración de Trump está apelando contra ese fallo.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, dijo a medios después del tiroteo que no se dejarán “intimidar” por ataques, y anunció que pedirá a las fuerzas armadas y encargados de las Guardias Nacionales estatales presentes en Washington D.C. que se envíe a 500 elementos más a la ciudad.























