La administración Biden y México aún no han acordado reiniciar un programa de la era Trump que obliga a los solicitantes de asilo a esperar audiencias judiciales de Estados Unidos en el país latinoamericano, porque primero se deben cumplir ciertas condiciones, dijeron el miércoles dos funcionarios mexicanos.
El medio estadounidense Axios informó más temprano que los retornos bajo el programa oficialmente conocido como Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés) podrían reiniciarse la próxima semana.
Pero uno de los dos representantes de México afirmó que era poco probable que se llegara a un acuerdo esta semana.
El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense informó en un comunicado que estaba trabajando para reanudar el programa “lo antes posible”, pero que no podría hacerlo sin la conformidad del país vecino.
Los dos funcionarios del gobierno mexicano, que hablaron bajo condición de anonimato, explicaron que las conversaciones estaban en curso para determinar bajo qué términos Washington podría comenzar los retornos.
La nación latinoamericana insiste en que Estados Unidos brinde más apoyo contra el COVID-19 para los migrantes, como vacunas, más asistencia legal para los solicitantes de asilo y la aceleración de las audiencias para quienes participan en el programa de retorno, dijo un alto funcionario mexicano.
La administración del presidente Joe Biden, quien prometió deshacer algunas de las políticas migratorias de línea dura de su predecesor, Donald Trump, puso fin al MPP. El esquema hace que los solicitantes de asilo esperen en México las audiencias ante los jueces de inmigración de Estados Unidos.
Pero un juez federal ordenó al Gobierno que reiniciara el programa, diciendo que no había seguido el procedimiento reglamentario adecuado. La Corte Suprema estadounidense rechazó en agosto una apelación gubernamental contra el fallo del tribunal inferior.
A fines del mes pasado, Washington intentó nuevamente finalizar el programa, con la esperanza de abordar las preocupaciones del juez. Pero también explicó que se estaba moviendo para cumplir con la orden del tribunal.
Biden ha estado bajo presión política y humanitaria respecto al la inmigración debido a un aumento de las flujos migratorios en la frontera de Estados Unidos.
Los defensores de los migrantes argumentan que el programa MPP expuso a esas personas a la violencia y los secuestros en peligrosas ciudades fronterizas, donde la gente acampaba durante meses o años esperando audiencias en Estados Unidos.
En negociaciones bilaterales, México ha buscado asegurar que los nuevos retornos se lleven a cabo de una manera más controlada y que se excluya a los migrantes particularmente vulnerables y a los menores no acompañados, indicaron los funcionarios mexicanos.
Los dos agregaron que el gobierno de México está tratando de asegurar un compromiso de Estados Unidos para brindar apoyo adicional a las organizaciones internacionales que ayudan a cuidar a los migrantes y refugios a lo largo de la frontera entre los dos países. Cuando el MPP estaba vigente bajo la era Trump, surgió un campamento en expansión en la ciudad fronteriza de Matamoros, en una región mexicana plagada de violencia.
En su informe, Axios citó a un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional afirmando que la política se restablecería inicialmente en El Paso, Texas, Brownsville, Texas, frente a Matamoros y San Diego.
Axios informó que la administración Biden les daría a los solicitantes de asilo la opción de recibir una vacuna contra el COVID-19.
Aunque el presidente estadounidense ha tratado de revertir algunas medidas de inmigración de la era Trump, ha mantenido la política de expulsión radical iniciada al comienzo de la pandemia del coronavirus.
Esa política aleja a la mayoría de los migrantes atrapados cruzando la frontera sin darles la oportunidad de solicitar asilo