Estados Unidos comenzó un despliegue de 4,000 agentes, principalmente infantes de Marina, en aguas de Latinoamérica y el Caribe para reforzar la lucha contra los cárteles del narcotráfico, entre ellos el de Los Soles, al que Washington acusa de estar liderado por Nicolás Maduro.
El gobierno del presidente Donald Trump ofrece una recompensa de $50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro.
La operación incluye aviones de reconocimiento P-8 Poseidon, destructores, un submarino nuclear y un barco de guerra equipado con misiles.
Con esto, se busca enviar un mensaje disuasorio a los grupos criminales, aunque también proporciona a las fuerzas militares opciones para actuar si se considera necesario.
Según fuentes citadas por CNN, este despliegue marca un cambio en la estrategia antidrogas de Estados Unidos, tradicionalmente coordinada por la Administración de Control de Drogas, incorporando ahora al ejército en misiones de vigilancia y control marítimo.
Algunos expertos han cuestionado la preparación de los marines para operaciones antidrogas, señalando que podrían requerir apoyo de la Guardia Costera, cuya participación aún no ha sido confirmada.
El despliegue refleja la política del gobierno de Donald Trump de reforzar la presencia militar en la región para enfrentar el narcotráfico y otras actividades ilegales, incluyendo contrabando y tráfico de personas, además de fortalecer la seguridad fronteriza.