Se espera que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón establezcan un régimen de seguridad tripartito duradero en defensa de la región del Indo-Pacífico, una medida a la que China se opone como antagonista, en su primera cumbre trilateral, dijeron los expertos.

La reunión de los tres países prevista para el viernes en Camp David, el retiro presidencial de Estados Unidos en Maryland, será una ocasión para que Washington fusione sus dos alianzas de tratados en una red de seguridad más estricta y amplíe sus roles en la región, dijeron los expertos.

Se espera que al final de la cumbre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, anuncien planes para celebrar reuniones periódicas y tomar medidas para fortalecer la cooperación en seguridad más allá de disuadir las amenazas de Corea del Norte.

Evans Revere, quien se desempeñó como subsecretario de Estado interino para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico durante la administración de George W. Bush, dijo que es probable que una declaración conjunta de los tres líderes refleje estos planes.

“La declaración dejará en claro que Corea del Norte no es la única preocupación que los ha reunido para esta reunión trilateral sin precedentes en Camp David”, dijo Revere.

“Si bien Pyongyang puede ser la amenaza más urgente, la República Popular China es sin duda el mayor desafío estratégico que enfrentan Washington, Tokio y Seúl a largo plazo”, dijo.

El nombre oficial de China es República Popular China.

“Los acuerdos alcanzados en esta cumbre histórica acercarán a los tres países a una asociación permanente que se centra en el intercambio de inteligencia e información, defensa antimisiles, ejercicios militares conjuntos, seguridad cibernética, cooperación en alerta temprana y disuasión nuclear mejorada”, dijo Revere.