EE.UU. y Argentina sacaron adelante el jueves una declaración conjunta, a la que se sumaron 29 delegaciones internacionales entre ellas España, para resolver la crisis política venezolana y conseguir una transición de poder democrática, después de que Nicolás Maduro fuera proclamado ganador de los comicios de julio por el ente electoral, que aún no publica las actas electorales.

Sin embargo, el documento cuenta con grandes ausencias y su influencia será realmente limitada. Chile, Brasil, Colombia o México optaron por no formar parte de una iniciativa que no incorpora a Francia entre las potencias europeas, ni ningún país asiático ni tampoco africano.

España, que había mantenido en secreto si se adhería, finalmente accedió a integrar esta declaración conjunta.

“Es el momento para que los líderes venezolanos comiencen unas discusiones constructivas e inclusivas de cara a una transición con garantías para ambas partes y solucionar así este impasse político y restablecer pacíficamente las instituciones democráticas”, concluye el último párrafo del documento.

Concretamente, las 31 delegaciones que lo integran son: Argentina, Australia, Austria, Bosnia-Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, República Dominicana, Estonia, la Unión Europea, Alemania, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos.

En esta declaración, refrendada en un encuentro de alto nivel en Nueva York en los márgenes de la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, también se pide al chavismo el “fin del uso excesivo de la fuerza, de la violencia política y del acoso contra la oposición y la sociedad civil”.

“Seguimos muy preocupados por la generalizada y vigente represión, así como por las violaciones de derechos humanos, abusos y agresiones tras las elecciones”, puede leerse en el texto firmado hoy.

En este, se detallan los supuestos abusos del régimen de Maduro y se menciona específicamente “detenciones arbitrarias (incluidas las de niños), muertes, negación de juicios con garantías, tácticas de intimidación, represión contra miembros de la oposición”.

Edmundo González, ganador con “las actas electorales disponibles”

En ese “contexto de violencia”, el texto se refiere al candidato opositor Edmundo González Urrutia, ahora exiliado en España, como la persona que ganó “la mayoría de votos” de acuerdo a “las actas electorales disponibles públicamente”.

“Si hoy tenemos un objetivo único, ése es garantizar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano sean realmente respetados y que puedan determinar su propio futuro”, afirmó el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, al inicio de esta cumbre.

Por otra parte, las 31 delegaciones firmantes también coincidieron en exigir a Maduro la reinstauración de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el país caribeño; y permitir que los seis opositores asilados en la embajada argentina puedan abandonar el país de forma segura.

El encuentro de hoy iba a estar comandado en un principio por Chile y Uruguay, pero días atrás esta opción se desbarató.

El cariz ideológico del Ejecutivo argentino, liderado por el presidente Javier Milei (muy escorado hacia una postura anti-Maduro), como coorganizador del foro contribuyó a que México, Colombia o Brasil decidieran no integrarse.

Pero ha resultado llamativo que tampoco otros países de la región, como Paraguay, Uruguay o Ecuador, se adhirieran.

España, cuya presencia en el foro y firma de la declaración ha sido una incógnita hasta esta mañana, finalmente sí ha optado por unirse.

La mayor coalición opositora denunció como “fraudulento” el resultado oficial de las elecciones del 28 de julio, que declaró ganador al presidente Nicolás Maduro, y hasta la fecha, el Consejo Nacional Electoral no ha publicado los resultados desagregados -como lo establece su cronograma- que confirmen la victoria del actual mandatario, pese a numerosos pedidos de la oposición y de buena parte de la comunidad internacional.