Una corte de apelaciones federal rechazó el viernes los intentos de los estados de tendencia conservadora de mantener en vigor las restricciones al asilo relacionadas con la pandemia de COVID-19, mientras miles de migrantes abarrotan los albergues en la frontera con México.

La decisión de la Corte de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia significa que la expiración de las restricciones sigue programada para el miércoles, a menos que se presenten nuevas apelaciones.

Los estados de tendencia conservadora querían mantener las restricciones de asilo que se implementaron en marzo de 2020 por el entonces presidente Donald Trump al comienzo de la pandemia de coronavirus.

La norma de salud pública conocida como Título 42 ha dejado a algunos migrantes a la expectativa en México. Desde marzo de 2020, Estados Unidos les ha negado a los migrantes el derecho consagrado en leyes nacionales e internacionales a solicitar asilo en 2,5 millones de ocasiones, con el argumento de prevenir la propagación del COVID-19.

Los defensores de los inmigrantes habían argumentado que Estados Unidos estaba esencialmente abandonando su larga tradición y sus compromisos de ofrecer refugio a personas de todo el mundo que huyen de la persecución, y entablaron demandas para poner fin al uso del Título 42. También han argumentado que las restricciones eran un pretexto de Trump para restringir la inmigración y que, en cualquier caso, las vacunas y otros tratamientos hacen que ese argumento sea ya obsoleto.

En tanto, los cruces fronterizos ilegales de adultos solos disminuyeron en noviembre, según documentos presentados ante la corte por el Departamento de Justicia el viernes, aunque no dio ninguna explicación de por qué. Tampoco brinda datos sobre las familias que viajaban con niños pequeños ni de niños que viajaban solos.

Las ciudades fronterizas, sobre todo El Paso, en Texas, se enfrentan a un flujo diario de migrantes que el gobierno de Biden prevé que aumentará si se levantan las restricciones al asilo.

En Tijuana, la mayor ciudad fronteriza de México, se calcula que hay unas 5.000 personas en más de 30 albergues, según declaró esta semana Enrique Lucero, director de asuntos migratorios de la ciudad.