El ejército de Estados Unidos finalizó el jueves la instalación de un muelle flotante para la Franja de Gaza, y las autoridades se disponen a llevar una ayuda humanitaria crucial para el enclave, más de siete meses después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
La finalización de los trabajos pone en marcha el complicado proceso de reparto de suministros más de dos meses después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó el proyecto para ayudar a paliar el hambre entre los palestinos debido a que las restricciones israelíes en los cruces fronterizos y las violentas batallas evitan la llegada de alimentos y otros suministros a Gaza.
La ruta marítima, plagada de problemas logísticos, meteorológicos y de seguridad, está diseñada para aumentar la cantidad de ayuda que llega a la Franja, pero no se considera una sustituta de las entregas terrestres, mucho más baratas y, según las agencias de ayuda, mucho más sostenibles.
Los barcos dejarán la mercancía en unas instalaciones portuarias construidas por los israelíes al sur de la Ciudad de Gaza, y luego será distribuida por los grupos humanitarios.