El ejército israelí reconoció el jueves una serie de errores en su respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre, tales como desorganización y lentitud en la respuesta, al hacer públicos los resultados de su primera investigación sobre los fallos cometidos durante el ataque que desencadenó la guerra en Gaza.
El informe se enfoca en la comunidad fronteriza de Be’eri, donde más de 100 personas murieron y más de 30 fueron tomadas como cautivos por Hamás. Fue una de las comunidades más afectadas por el ataque de ese día y escenario de uno de los enfrentamientos más sonados, donde los combatientes palestinos retuvieron a un grupo de rehenes en el interior de una vivienda.
“El ejército fracasó en su misión de proteger a los residentes del kibutz Be’eri”, declaró el principal vocero jefe del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, en un discurso televisado.
Durante el enfrentamiento, un tanque disparó contra dicha vivienda, lo que hizo temer que los 13 rehenes que se encontraban en su interior hubieran muerto por fuego amigo. El ejército israelí ha llegado a la conclusión de que probablemente murieron a manos de combatientes de Hamás y no por el cañoneo israelí, aunque no está claro cómo llegó a esa conclusión, y el informe pide que se realicen pruebas adicionales. El ejército israelí dijo que el kibutz había sido invadido por unos 340 combatientes de Hamás.