Con el 86% del escrutinio de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo, Jara obtiene el 26% de los apoyos y Kast, el 24%.
Como ninguno de los ocho candidatos obtuvo más del 50%, la presidencia se definirá el mes próximo en un cara a cara entre dos posturas antagónicas de izquierda y derecha.
Mientras el centroizquierda que gobierna en la actualidad con Gabriel Boric se alineó en torno Jara, lo que le facilitó pasar al balotaje, la derecha se dividió en tres postulantes, y Kast fue el ganador de esa carrera.
El tercer candidato con más apoyos es Franco Parisi (19%), por lo que sus votos serán clave para que Jara pueda competir por la presidencia, ya que se espera que el voto de derecha que aglutinaron en primera vuelta Evelyn Matthei y Johannes Kaiser (entre ambos acumulan un 27%) vaya a Kast.
“Nuestro país tiene futuro y está en los niñas y niños”, dijo Jara. “La democracia hay que cuidarla y valorarla, nos costó mucho recuperarla para que hoy se ponga en riesgo”, agregó la candidata del oficialismo, que destacó propuestas de Parisi y de otros candidatos no alineados a la derecha para tratar de atraerlos.
Por su parte, Kast llamó a la unidad en un discurso en el que estuvo a su lado Matthei. También Kaiser le mostró su apoyo.
“Por el bien de Chile y por salir de la crisis en la que estamos, la unidad es fundamental. Debemos unirnos por una causa que es Chile. Hay que poner todo a disposición de una causa, no de un candidato ni un partido. Esta es la causa de Chile”, dijo Kast, que busca la presidencia por tercera vez y se postula como el candidato del cambio.
El 14 de diciembre “será un plebiscito entre dos modelos de sociedad”, dijo crítico con el gobierno actual de Boric, al que vinculó a Jara.
“Gánense los votos en la calle”, lanzó por su parte Parisi a Jara y a Kast, a los que rechazó respaldar. A ambos, a los que definió como de extrema izquierda y extrema derecha, respectivamente, les pidió que pongan “a la gente” por delante de la “ideología”.
En la jornada también se eligió al Congreso, lo que podría cambiar el equilibrio de fuerzas para el gobierno entrante.
























