El papa Francisco comenzó el Año Nuevo con un nuevo llamado a que los fieles rechacen el aborto y pidió un “compromiso firme” para proteger y respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Francisco, de 88 años, celebró el miércoles una misa de Año Nuevo en la Basílica de San Pedro dedicada a María, la madre de Jesús.

En su homilía, oró para que todos aprendan a cuidar de “todo niño nacido de mujer” y proteger “el precioso don de la vida: la vida en el vientre, las vidas de los niños, las vidas de los que sufren, los pobres, los ancianos, los solitarios y los moribundos”.

“Pido un compromiso firme para respetar la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, para que cada persona pueda valorar su propia vida y todos puedan mirar con esperanza hacia el futuro”, dijo, utilizando la fórmula que emplea la Iglesia en su oposición al aborto y a la eutanasia.

En los últimos años, el jesuita argentino ha hablado con más énfasis sobre el aborto de lo que lo hizo al inicio de su pontificado. Después de dos papas centrados en la doctrina, Francisco se quejó en los primeros meses de su papado en 2013 de que la Iglesia se había obsesionado con “reglas mezquinas” sobre temas polémicos como el aborto.