El presidente estadounidense Joe Biden prometió “reconstruirlo todo” tras llegar el lunes a Puerto Rico, donde decenas de miles de personas siguen sin electricidad dos semanas después del paso del huracán Fiona y los residentes temen que la dedicación de Washington a su recuperación pueda ser pasajera.

“Estoy comprometido con esta isla”, dijo tras ser informado por las autoridades locales, reconociendo que Fiona fue tan sólo el más reciente de una serie de desastres que han azotado Puerto Rico en los últimos años.

“Los puertorriqueños son un pueblo fuerte”, subrayó Biden. “Pero aun así, han tenido que lidiar con mucho, más de lo necesario, y no han recibido ayuda de forma oportuna”.

Los daños del huracán Fiona, que tocó tierra apenas cinco años después del huracán María, una tormenta incluso más potente, pondrán a prueba la capacidad del gobierno para ayudar a los 3,2 millones de habitantes de la isla a recuperarse y robustecer sus defensas. Puerto Rico tiene una tasa de pobreza superior a la de cualquier estado de Estados Unidos, y sigue siendo vulnerable a las tormentas, que se han vuelto más intensas y frecuentes a medida que continúa el cambio climático.

”Lo que pasó con este huracán es que a pesar de que era de categoría 1, en términos de agua era como de categoría 4”, le dijo a Biden el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi.

Fiona tocó tierra el 18 de septiembre, dejando sin luz a toda la isla. Aunque se ha restaurado el servicio de electricidad para aproximadamente el 90% de los 1,47 millones de clientes, más de 137.000, la mayoría en el sur y el oeste, siguen sin luz. Otros 66.000 clientes no tienen agua potable.

El clima seguía siendo tempestuoso mientras Biden ofrecía declaraciones. Se escuchaban truenos y había relámpagos que destellaban a la distancia.

“No quiero que el encabezado diga: ‘Biden trae tormenta a Puerto Rico’”, bromeó. “Así que tal vez tenga que acortar esto un poco”.

Biden anunció que el gobierno de Estados Unidos proporcionará 60 millones de dólares a través de la ley de infraestructura aprobada el año pasado para ayudar a Puerto Rico a reforzar diques, fortalecer muros de contención de inundaciones y crear un nuevo sistema de alerta de inundaciones con el fin de que la isla esté mejor preparada para futuras tormentas.