La fiscal general guatemalteca Consuelo Porras dijo el miércoles que no renunciará tal como se lo ha pedido el presidente Bernardo Arévalo e incluso amenazó con tomar acciones judiciales contra aquellos que intenten removerla del cargo.

“No voy a renunciar”, dijo la mujer de 70 años en un video hecho público por la fiscalía la mañana del miércoles, el mismo día en que Arévalo la había citado para que presentara un informe sobre cuatro puntos específicos en los que la fiscalía participa. La funcionaria citó varias resoluciones judiciales para argumentar que tampoco está obligada a ir a la cita, “por ser una institución autónoma e independiente”.

“Usted como máxima autoridad de la nación debe respetar lo que establece la carta magna y las leyes del país”, agregó al sostener que la constitución establece su mandato y que lo cumplirá.

Arévalo le solicitó la renuncia a Porras a pedido de autoridades indígenas que durante más de tres meses protestaron frente a la fiscalía y bloquearon carreteras en el país por su intento de desconocer los resultados electorales y las acciones judiciales contra el proceso electoral que pusieron en riesgo la gobernabilidad del país.