Funcionarios de seguridad occidentales sospechan que la inteligencia rusa estaba detrás de un complot para colocar artefactos incendiarios en paquetes de aviones de carga con destino a América del Norte, incluido uno que se incendió en un centro de mensajería en Alemania y otro que ardió en un almacén en Inglaterra.
Polonia declaró el mes pasado que había detenido a cuatro personas presuntamente vinculadas a una operación de inteligencia extranjera que llevó a cabo sabotajes y que estaba buscando a otras dos. La fiscal general de Lituania, Nida Grunskiene, dijo el martes que había un número indeterminado de personas detenidas en varios países, sin ofrecer más detalles.
Los hechos ocurren en un momento en que los funcionarios occidentales aseguran que se está intensificando una guerra híbrida de sabotaje por parte de Rusia contra los aliados de Ucrania, que este año ha incluido desinformación electoral y ataques incendiarios en Europa. Varios funcionarios dijeron que creen que los ataques fueron obra de la inteligencia militar rusa, el GRU, aunque Moscú negó su implicación.
La Agencia de Seguridad Interior de Polonia, o ABW, afirma que los incidentes en Polonia, así como en otros miembros de la UE y la OTAN, se han intensificado este año. La ABW cree que son impulsados y coordinados por los servicios especiales rusos. Hasta ahora, 20 personas han sido acusadas en investigaciones dirigidas por la fiscalía, la ABW y la policía.